Nada como una buena salsa para acompañar cualquier tipo de comida, más si es tan deliciosa como la de la receta que a continuación te compartiremos hecha con miltomate o tomate verde, y chile pasilla el cual da un sabor exquisito a las quesadillas y prácticamente cualquier guisado.
Tener salsa en casa es casi casi obligación de cualquier mexicano, pero sin duda alguna, nada se compara al sabor y tradición de preparar una por cuenta propia. Usualmente vemos la típica roja o verde ya sea cruda o cocida, pero si te gusta mucho este condimento, sabrás que hay muchas otras formas de prepararla.
Una en específico y favorita de muchas personas, yo incluida, es la salsa tatemada ya que da un sabor magnífico a cada ingrediente que, a la hora de molerlos, explotan y equilibran por completo todos los elementos de una salsa.
Aparte, ir más allá del clásico chile serrano es increíble por que aunque pareciera muy simple, el trabajar con otro tipo de especies como el chile pasilla, morita, ancho, guajillo y demás, nos lleva a culturizarnos de manera más amplia en cuanto a la gastronomía de nuestro país.
Por ello, te pasamos esta bastante intuitiva y sencilla receta pero que te aseguramos no te arrepentirás de hacerla. Además, probablemente sorprendas a todos en casa con su sabor tan único.
Ingredientes:
- 450 g de miltomate sin cáscara (la que parece papel)
- 4 chiles pasilla
- 3 dientes de ajo
- 1 cucharada de azúcar
- Sal al gusto
Preparación:
- Lava bien los miltomate o tomates verdes hasta que dejen de estar pegajosos.
- Dóralos o tatemalos en el comal hasta que su textura y consistencia cambie a una más suave. No importa si por fuera quedan tantito chamuscados.
- De igual forma tatema los dientes ajo.
- Tuesta los chiles pasilla en el comal hasta que cambie su color (este proceso suele ser bastante rápido así que cuidado de no quemarlos mucho).
- Retira los chiles del comal y ponlos a hervir para suavizar un poco su textura.
- Limpialos retirando las semillas y el tronco.
- Vierte todos los ingrediente a la licuadora, añade el azúcar y la sal y licúa buscando obtener una consistencia ligeramente espesa.
¡Listo! Una vez hecha colócala en un recipiente y a disfrutar. Por último, te recomendamos guardarla en algún frasco de vidrio para que se conserve mejor estando en el refrigerador.
