Los científicos estadounidenses afirman que la obesidad puede ser contagiosa y puede transmitirse a través de estornudos, tos y manos sucias.
Durante su investigación, los científicos han descubierto que la obesidad puede ser causada por un virus que ataca el tejido y luego prolifera. El virus ataca primero a los pulmones y luego a otros órganos como los riñones, el cerebro y el hígado. Cuando el tejido es atacado, comienza a multiplicarse y se crean nuevas células.
Se realizaron numerosas pruebas en pollos y ratones que confirmaron que estos animales transmitían el virus conocido como AD-36 (Adenovirus serotipo 36). Este virus provoca un aumento de peso excesivo independientemente del tipo y cantidad de alimentos que consumamos. En 2006, Richard Atkinson (Universidad de Wisconsin) transmitió un estudio sobre más de 2000 personas de Australia. Hizo algunos análisis de sangre que mostraron que más del 20% de los participantes tenían una infección viral Ad-36. El profesor del Centro de Investigación Biomédica Pennington en Louisiana, Nikhil Dhurandhar, debido a los resultados del estudio, confirmó que incluso 1/3 de los adultos son portadores del virus Ad-36. Además, otro estudio realizado en estadounidenses obesos mostró que el 70% de las personas no son inmunes a este virus.
Dhurandhar también afirmó que las personas contagiosas pueden transmitir la enfermedad hasta 3 meses por lo que la obesidad también puede ser causada por otras razones y esto también excluye la posibilidad de que siempre porten este virus.
En estos días, los científicos se esfuerzan por encontrar el tratamiento o la vacuna adecuados contra este virus. Las personas deben prestar más atención a los alimentos que consumen, deben ser orgánicos y sin edulcorantes artificiales. Para aumentar el nivel de oxígeno en el cuerpo se recomienda realizar actividad física.
