Saber limpiar suelo cerámico es imprescindible para evitar su deterioro con el paso del tiempo. Los suelos suelen ser una de las partes de los hogares, oficinas y locales que más se suelen ensuciar. Por ello, su limpieza siempre es absolutamente necesaria y tiene que realizarse en profundidad.
Si quieres evitar gastar dinero en sustituciones de suelos cerámicos y convertirte en todo un experto de su mantenimiento y limpieza, presta mucha atención a los 6 consejos que te proponemos a continuación.
1. Usa trapos de algodón o cepillos de dientes
- Aunque las fregonas agilizan mucho la limpieza de los suelos cerámicos. En algunas ocasiones es recomendable volver a las prácticas tradicionales de limpiado de los suelos.
- Mediante un paño de algodón podrás acceder mejor a las distintas partes de las baldosas y eliminar las manchas más superficiales.
- Asegúrate de que los trapos de algodón que emplees siempre estén en perfecto estado y renuévalos cada cierto tiempo.
- Para los azulejos del baño y la cocina puedes usar un cepillo de dientes viejo que hayas decidido dejar de utilizar.
- Es importante que mojes el cepillo en una disolución de agua tibia y lejía, por lo que emplea guantes para proteger tus manos.
- La lejía permitirá desinfectar y eliminar la suciedad acumulada en el suelo de forma efectiva.
- En muchos establecimientos especializados en productos de limpieza puedes encontrar cepillos de púas suaves para limpiar los suelos cerámicos.
- Lo bueno de estos cepillos es que suelen ser de un tamaño mayor que los habituales cepillos de los dientes e incluyen algún tipo de mango o agarre.
2. Apuesta por el vinagre como desinfectante natural
Además de dotar de sabor a las comidas, el vinagre es uno de los elementos desinfectantes más potentes que podemos encontrar en la naturaleza.
Es por ello que muchas personas lo empleen en lugar de la lejía para limpiar suelos cerámicos.
Lo más recomendable es elaborar una mezcla de agua y vinagre, preferiblemente blanco, y aplicarla sobre las baldosas de los suelos con una fregona o paño de algodón.
Para que no perdure el fuerte olor del vinagre, puedes añadir un poco de ambientador en la estancia una vez fregado el suelo y abrir las ventanas.
Otro de los usos más frecuentes del vinagre es para eliminar la cal de la ducha y los grifos que siempre aparecen tras nuestro uso diario.
3. Añade bicarbonato de sodio o amoniaco al agua que emplees
- La mezcla de agua y bicarbonato es muy efectiva para los azulejos de la cocina, porque tienen un gran poder desengrasante.
- Puedes usar una esponja suave para que al frotar no dañes las propiedades de la cerámica.
- Además, el bicarbonato siempre ayuda a mantener el blanco de los azulejos de forma natural.
- Para la limpieza con amoniaco siempre se tienen que tomar más precauciones porque es un producto muy corrosivo y provoca irritaciones.
- Nunca apliques el amoniaco sin protección en tus manos y evita que tus ojos o nariz estén cerca de la mezcla que contenga este producto.
- En los hogares con mascotas o niños domésticos siempre es más recomendable usar productos naturales o que no tengan ningún componente tóxico.