Las fresas al horno son una forma deliciosa de disfrutar de las fresas durante todo el año. Estas frutas dulces y de color rojo brillante son extremadamente saludables con una fuente extraordinaria de vitamina C y fibra. Además, contienen minerales como magnesio, potasio y calcio.
Estos chips de fresa caseros son perfectos para adelgazar ya que solo hay 49 calorías en una taza. Además, estas patatas fritas caseras son increíbles para dietas sin lácteos, sin gluten, sin huevos y sin azúcar. De hecho, lo básico de estos chips son solo fresas crujientes y néctar crudo.
Sin embargo, si es diabético, puede pensar que debe mantenerse alejado de estas frutas dulces. Sin embargo, puede comer este bocadillo sin preocuparse por un aumento de azúcar en la sangre, ya que también son perfectos para las personas con diabetes tipo 2. Esto se debe principalmente al bajo índice glucémico, que hace que las bayas sean un verdadero superalimento para la diabetes.
Además, las fresas son ricas en ácido elágico, que aporta potentes propiedades antimutagénicas y anticancerígenas. Los estudios han demostrado que su poderosa actividad anticancerígena combate y previene la formación de células cancerosas en la próstata, mama, hígado, colon, pulmón y más.
Las fresas también son ricas en antocianinas. Su función es extremadamente útil para aumentar la creación en el cuerpo de una hormona llamada adiponectina. Gracias a esta hormona, se suprime el apetito, lo que le ayuda a perder muchos kilos no deseados.
Aquí está la receta casera de chips de fresa:
Ingredientes:
- 12 fresas, enjuagadas y peladas
- 1/2 taza de miel cruda
- 1/2 taza de agua
Preparación:
Primero, ponga la miel y el agua a hervir en una cacerola. Revuelva la mezcla hasta que la miel se haya disuelto. Luego, deje que la mezcla se enfríe mientras precalienta el horno a 200 grados.
Ahora, corta las fresas a lo largo muy finamente. Luego, sumerja los trozos de fresa en el almíbar enfriado y colóquelos en una bandeja para hornear forrada con pergamino.
Colóquelos en el horno y hornee a muy baja temperatura durante aproximadamente 2 horas, o hasta que se sequen. Cuando las fresas estén secas, sácalas del fuego y colócalas en una rejilla para enfriar.