En la cocina, hay algunas especias que simplemente no pueden faltar en la cocina de ningún hogar; entre ellas, están la sal, pimienta negra, orégano, laurel, clavo, consomé de pollo y claro, tanto cebolla como ajo en polvo. Sin embargo, algunas de ellas como el consomé y el ajo en polvo, cuando son producidas por las marcas comerciales, además de costar más caro, también suelen tener un alto contenido en sodio y dañar nuestros riñones a la larga.
Por si fuera poco, el sodio también nos hace retener líquidos, por lo que si quieres bajar de peso o mantener tu línea, estos productos no son la mejor opción para ti.
La buena noticia es que puedes preparar tu propio ajo en polvo casero, es muy fácil y no necesitas comprar demasiadas cosas.
¿Qué necesitas?
- 2 cabezas de ajo
- Papel aluminio
- Frasco con tapa
¿Cómo hacer ajo en polvo?
- Pela muy bien los ajos y córtalos en pedacitos delgaditos.
- Para preparar tu ajo en polvo, evidentemente necesitarás secar los dientes de ajo lo más posible; podemos hacer este proceso mucho más rápido si lo hacemos en el horno. Para ello, debes precalentarlo a 150 grados.
- Mientras tanto, toma una charola para horno y coloca un trozo de papel aluminio sobre la superficie. Encima vierte los trozos de ajo y cuando esté caliente el horno, mételos.
- Deja que los pedacitos de ajo se cocinen por 2 horas a temperatura baja, esto hará que se deshidraten por completo y puedas triturarlos.
- Una vez transcurrido ese tiempo, retira del horno los trozos de ajo; espera a que enfríen un poco para que puedas manipularlos y luego viértelos en un molinillo de especias (el que usas para triturar la pimienta) o en la licuadora.
- Tritura lo más posible hasta que obtengas un polvo finito y listo, sólo guarda el polvo de ajo en el frasco con tapa y úsalo cada vez que lo necesites.
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También preparamos para ti un paso a paso de cómo cultivar ajo para que lo incluyas en tu huerto casero.
