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Los 4 mejores consejos para que conserves la leche por más tiempo

No cabe duda que después del agua, la leche es la bebida más consumida, será por su rico sabor, su cremosidad, sus distintos usos en la cocina o por los grandes beneficios que aporta al organismo, sin embargo, su conservación en casa puede ser un tanto complicada, más si se trata de leche fresca, es por eso que queremos compartirte los mejores cuatro consejos para que te dure por mucho más tiempo.

De acuerdo con el sito Healthline, dentro de todos los lácteos, en específico la leche es una gran fuente de proteínas, aporta los nueve aminoácidos esenciales, fortalece los huesos, previene la osteoporosis y regula el metabolismo, por lo que es excelente tomarla desde pequeños y hasta adultos mayores.

Por otra parte, hoy en día hay demasiados tipos de leche donde la mayoría posee una gran cantidad de conservadores y demás lo que le que le resta un poco su asombroso poder, sabor y consistencia, de ahí que muchas familias sigan optando comprar leche fresca en el supermercado.

El problema con la leche fresca es que, a diferencia de las de Tetra Pack, solo puede permanecer en el refrigerador incluso si está cerrada, de ahí que se eche a perder con mucha mayor facilidad, especialmente en épocas de calor y en refris que no enfrían lo suficiente.

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La buena noticia para los consumidores de leche fresca, es que existen cuatro consejos realmente funcionales que ayudan a que este producto lácteo duro por más tiempo. Algo muy bueno porque además de que andar tirando leche es algo bastante triste, el echo de gastar el dinero a lo menso también lo es. Toma nota.

1. Cómprala hasta el final

Muchas personas tiene un orden establecido a la hora de hacer las compras, otros simplemente van pasando y tomando las cosas conforme les vayan a apareciendo, y ningún método es mejor que el otro, pero lo que nadie jamás debe olvidar a la hora de hacer el súper es que los lácteos refrigerados van hasta el final.

De esta forma, como por ejemplo la leche fresca, no estará expuesta al aire cálido durante tanto tiempo y será menos probable que se produzcan bacterias dañinas en ella producto.

También, antes de ponerla en tu carrito, revisa la fecha de caducidad para elegir la que tenga un plazo más largo de consumo, normalmente son las que están más atrás. Y cuando llegues a casa, refrigérala lo antes posible.

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Otra gran opción es no dejarla en la mesa mientras comes tu cereal o preparas algún platillo, lo mejor es  que tomes la porción necesaria y guardes el resto inmediatamente. 

2. No la pongas en la puerta del refrigerador

El lugar donde coloquemos la leche dentro del refrigerador es indispensable para su conservación. Por eso, lo mejor siempre será ponerla en la parte trasera del estante y no en la puerta.

De esta forma se mantendrá mucho más fría y fresca, ya que en la puerta, además de recibir menor cantidad de frío, al estarla abriendo y cerrando genera cambios constantes de temperatura lo cual hace que se eche a perder con mucha mayor facilidad. Además, este espacio es ideal porque es más frío y hay menos luz, la cual puede causar sabores desagradables en tu leche por la descomposición de riboflavina, informa la asociación canadiense BD Dairy.

3. Mantenla en su empaque original

Aunque parezca poco creíble, hay quienes todavía acostumbran a conservar su leche en frascos de vidrio como los que dejaba el lechero hace ya muchos años. Hoy en día es un error pues lo único que se provoca es que se eche a perder con mucha mayor facilidad.

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Lo mejor es dejarla en su empaque original para que conserve su frescura y valor nutricional, bien cerrada y lejos de alimentos con olores fuertes. Y por ejemplo, si tomas un vaso y no te la acabas, jamas vayas a regresarla al empaque, esto solo hará que se eche a perder de inmediato.

También, es preferente tomarla en los próximos tres días unas vez abierta.

4. Congélala si es necesario

Si compraste leche de más y crees que no te la acabaras antes de que expire, puedes congelarla sin problema alguno por unas cuantas semanas.

Lo único es que, al descongelarla, debes de dejarla dentro del refrigerador, jamás a temperatura ambiente pero eso sí, su caducidad será inexacta así que lo mejor será consumirla lo más pronto posible

Y si notas que los elementos de la leche se han separado después de descongelarla, solo agítala bien y disfrútala.